Maestría (placeholder)

La maestría en la carrera y en el crecimiento de la conciencia simplemente requiere que produzcamos constantemente resultados más allá y fuera de lo ordinario. La maestría es un producto de ir más allá de nuestros límites de forma constante. Para la mayoría de las personas, empieza con la excelencia técnica en un campo elegido y un compromiso con esa excelencia. Si estás dispuesto a comprometerte con la excelencia, a rodearte de cosas que representen esto y milagros, tu vida cambiará. (Cuando hablamos de milagros, hablamos de eventos o experiencias en el mundo real que están más allá de lo ordinario).

Es sorprendente con cuánta mediocridad vivimos, rodeándonos de recordatorios diarios de que lo promedio es lo aceptable. Nuestro mundo sufre de normalidad terminal. Tómate un momento para evaluar todas las cosas que te rodean que promueven que seas “promedio”. Estas son las cosas que te impiden ir más allá de un “límite” que te fijaste arbitrariamente. El primer paso hacia la maestría es la eliminación de todo en tu entorno que representa la mediocridad, eliminando aquellas cosas que son limitantes. Una forma es rodearte de amigos que te pidan más de lo que tú haces. ¿No fueron así algunos de tus mejores profesores, entrenadores, padres, etc.?

Otro paso en el camino hacia la maestría es la eliminación del resentimiento hacia los maestros. Desarrolla compasión por ti mismo para que puedas estar en presencia de maestros y crecer a partir de la experiencia. En lugar de compararte y resentirte con las personas que tienen maestría, mantente abierto y receptivo; deja que la experiencia sea como la siembra de una semilla dentro de ti que, con el alimento, crecerá en tu propia maestría individual.

Verás, todos somos ordinarios. Pero un maestro, en lugar de condenarse por su normalidad, la abrazará y la utilizará como base para construir lo extraordinario. En lugar de usarla como excusa para la inactividad, la utilizará como vehículo para corregir, que es esencial en el proceso de alcanzar la maestría. Debes ser capaz de corregirte sin invalidarte o condenarte, aceptar los resultados y mejorarlos. Corrige, no protejas. La corrección es esencial para el poder y la maestría.

Stewart Emery
Diego Arzola Escrito por:

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