El grado en el que la creación cumple su función — el grado en el que la creación es poderosa y efectiva — es el grado en el que la creación surge de ti y a la vez del “no-yo” (de lo que reside fuera de ti).
Considera las creaciones de Da Vinci y de Chopin, como ejemplos. Al preguntarles, apuesto a que dirían que ellos tuvieron todo que ver con el poder de sus obras, y que a su vez ellos no tuvieron nada que ver, que de alguna manera, la pintura o sinfonía vinieron de fuera de ellos, y que ellos fueron el instrumento.
Un punto más pragmático: la creatividad está libre de juicio crítico. El proceso creativo requiere suspender todo tipo de crítica de tal manera que dé espacio para que la creación “fluya” a través de ti desinhibida, como un niño jugando con plastilina. Crea una visión de lo que quieres crear, y a partir de ahí, tu visión irá aclarándose a medida que das forma a tu creación.
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